jueves, 2 de agosto de 2012

Checoeslovacos en Presidencia R.Sáenz Peña

Texto y fotos de: G. Elizabeth Bergallo

 Quienes hemos vivido en Pcia. Roque Sáenz Peña, una localidad que se caracteriza por la diversidad de inmigrantes, hemos tenido la posibilidad de compartir muchas de las costumbres que se comentan en esta nota. El tener amigos checoeslovacos fue la puerta abierta para probar los alimentos en mesas siempre ampliadas en afecto, sabores y saberes que luego, al tener la oportunidad de relacionar historias, lugares, gestos y significados, adquieren un sentido mucho más intenso de comprensión y agradecimiento. En homenaje a ellos, va este hilado de testimonios, como los que seguirán, respecto a otros grupos locales e inmigrantes que fueron estableciendo lazos entre ellos,  con el sencillo deseo de que este entretejido de historias y memorias nos acerque en el camino común de los sentimientos, valores y sueños más justos y profundos que sostuvieron nuestros abuelos.



La comunidad checoeslovaca de la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña comenzó a formarse desde que arribaron las dos primeros inmigrantes: Juan Novotny y Pedro Šašvata en 1913, cuando la fundación de la ciudad era todavía incipiente. Entre los años 1920 y 1930 llegaron más de cuarenta familias. Hoy se estima una población en la provincia de cinco mil personas y, aunque la mayoría está asentada en esta ciudad, el resto se distribuye en Tres Isletas, Las Breñas, Villa Berthet, La Clotilde, La Tigra y Resistencia. En tal corriente inmigratoria se radicaron también  en Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza. La mayoría intentaba sobrevivir a la guerra y en algunos casos a las persecuciones religiosas. Es una de las comunidades más numerosas de inmigrantes checoeslovacos, no sólo del Chaco sino de América Latina, con la  particularidad de que gran parte proviene de la misma ciudad de origen: Velké Bilovice (ubicada al sur de Moravia).  


 Vinculados desde el año 1917 a la Asociación Nacional Checoeslovaca, en el año 1925 se constituyen como  Sociedad Checoeslocava Slavia de Socorros Mutuos, y luego como Unión Checoeslovaca, Social, Cultural y Deportiva. El Slavia era y es un lugar donde no sólo se realizaban actividades socioculturales, sino también un lugar de alojamiento de miembros de la colectividad. 

Gran parte de los colonos checoeslovacos se dedicaron a la actividad algodonera a partir de la iniciativa de Šašvata y Novotny en 1913, el primero había experimentado su cultivo en Estados Unidos. En el año 1925, junto a pobladores de otras colectividades, integraron la primera Cooperativa Agrícola. En el año 1937 fundan la Cooperativa Agropecuaria La Unión,  conocida como Cooperativa Checa, la cual no interrumpió sus actividades hasta el presente[1]
El trabajo en el algodonal.


 Karol y Katherina, abuelos de Roberto Satina,
quien cedió las fotos,
en Colonia La Mascota, Napenay.

La literatura, la música, el teatro, la danza, la actividad deportiva de los checoeslovacos  incidieron en la vida social y cultural de la zona. El video “Checos del Chaco” de Diana Derka y Diego Glikman es una bella síntesis en relatos, imágenes y sonidos de los momentos más importantes de la vida de la comunidad. En el Museo de la colectividad se preservan más de dos mil libros del siglo XIX y comienzos del XX traídos en la inmigración. Francisco Vonka comentaba que luego de la invasión soviética se impuso el idioma y la cultura colonial y enorme cantidad de libros checoeslovacos fueron quemados. Algunos ejemplares únicos se conservan como tesoros en el Museo de Sáenz Peña. “Ellos gustaban mucho de la lectura… leían con una vela, con un candil noches enteras. La gente común era habitualmente muy lectora…”.

Originalmente se hacía teatro en el campo, aunque según Blanca Cesal, en 1927 se comenzó a construir un escenario de teatro en el interior y exterior del edificio de la Unión Checoeslovaca. Hoy continúa siendo una de las actividades centrales de la comunidad. Los clubes Sokol y Morava dieron cuenta de sus habilidades deportivas, como asimismo las medallas nacionales obtenidas por algunos de sus miembros. La primera Clínica Mutual, que duró un breve tiempo, fue obra de la colectividad. 
 La sala de de teatro fue creada en 1932,
 en los primeros tiempos se hacía teatro en el campo. 




Público asistente a una obra de teatro 
en el Salón Slavia (1936)


Actividades deportivas en el Club Sokol
La Banda de música Checa integrada por Juan, Luis, José 
y Florian Verbik, Miguel y Esteban Kašnik, Juan Pavliček,  José y 
Francisco Vonka, Francisco Barnet, José Minaček,  Juan Mañak, 
Miloš Horak, José Šuster y José Janik. Fue la primera 
en ejecutar en la ciudad el Himno Nacional Argentino.
Historia de la Colonización
 Checoeslovaca en el Chaco 
Argentino. Libro publicado 
en 1937 en P. R. Sénz Peña.
Las Repúblicas Checa y Eslovaca se dividieron políticamente en el año 1.993, pero en Pcia. Roque Sáenz Peña continuaron integrando una misma comunidad que se refleja institucionalmente en la diversidad de actividades que desarrolló históricamente la hoy denominada Unión Checoeslovaca: Cultural, Social y Deportiva, actualmente dirigida por María Pitra de Novotny, descendiente de uno de los dos primeros inmigrantes checos en Chaco. Allí actualmente funciona un Museo, la sala de teatro, y otras dependencias donde se realizan actividades sociales, artísticas y educativas, y también celebraciones, fiestas de cumpleaños, conmemoraciones.  “Los comienzos de checos y eslovacos fueron muy duros, algunos formaron familias entre ellos, hoy es imposible separarnos, por eso sigue llamándose Unión Checoeslovaca la colectividad”.

Desde el año 1937 en ese mismo edificio funcionó un pensionado y en 1931 una Escuela que comenzó con clases en idioma checo y desde 1935 fue bilingüe, especialmente destinada a los hijos de inmigrantes que vivían en el campo. En esa escuela se enseñaba también cocina, costura y bordado, actividades que incluían a otros vecinos de la ciudad. Luego pasó a ser Escuela Primaria Nacional. La prohibición del uso del idioma en programas de radio, en las celebraciones religiosas o en las escuelas fue muy dura tanto para los checoeslovacos como para otras colectividades cuyos idiomas de origen no eran el castellano.  (Fotos 6, 7, 8 y 9).

Imágenes de parte del patrimonio del Museo Jan Osyčka 



Uno de los libros más antiguos.
La Biblioteca  del Museo contiene más de dos mil libros 
del siglo XIX y primeras décadas del XX. Algunos de ellos
 son verdaderos tesoros, ya que enorme cantidad de libros
 fueron destruidos luego de la  invasión soviética donde 
se impuso el idioma y la cultura colonial.


Elementos que forman parte del patrimonio 
del Museo Jan Osyčka





Instrumentos de labranza
Un clásico de la música 
checoeslovaca.

Una historia de vida


Helena Hrubinka de Barina nació en Mukacevo. En el año 1937, cuando tenía dos años, llegó a la Argentina junto a su madre Juliana Bumbak y hermanos mellizos María e Iván,  alejándose de la guerra por la cual perdió a sus abuelos. Su padre, Iván Hrubinka, había sido el primero de la familia en inmigrar.

“El viaje duró 28 días... tengo una imagen como un sueño… llegamos a un galpón muy grande, en Buenos Aires, el edificio de migraciones, sentados todos en baúles, en los duchni[2] que trajeron de Europa. Y mi papá venía… me parece que lo veo. Había camas allí, se hacían fiestas, allí los casaron a mis padres antes de partir al interior. Tengo ese recuerdo como una película”.

 “Mi mamá tenía una valijita especial que guardaba, no quería perderla, la cuidaba, allí estaban sus recuerdos más queridos. Trajeron muchas cosas bordadas. Mi abuela hizo para mi mamá y para nosotras una toalla bordada (ruchnik).  Mi madre las guardaba como un tesoro. En las aldeas aún hoy las abuelas que tienen 90 años siguen bordando, no cambiaron nunca esas costumbres”.

De Buenos Aires pasaron a Rosario y en el año 1941 toda la familia se trasladó a Pcia. Roque Sáenz Peña. Trabajaron en la colonia, como cosecheros, en el campo de otra familia checa de apellido Vañek. “En el mismo año mi padre compró un campito de siete hectáreas, hicieron un ranchito de barro, sembraron un poco de algodón e hicieron una quinta con verduras. A las once de la mañana levantaban una bandera blanca, que quería decir que vengamos a la casa, y comíamos y nos lavábamos e íbamos a 7 km, a la Escuela”.

Comenta María Pitra de Novotny que era muy común el apoyo de la colectividad a los nuevos inmigrantes. Uno o dos años trabajaban como peones, pero luego los ayudaban a sembrar, les daban durante un tiempo mercadería gratis. A los 9 años Helena ingresa a la Escuela Checa, los niños de la colonia no hablaban el castellano, la Escuela Checa se ocupaba de enseñar ambos idiomas, además de otras actividades vinculadas con las tradiciones culturales.

El 4 de julio de 1959, “el Día de la Cooperación”, Helena y Valerio Barina se casaron y tuvieron dos hijos. Helena habla fluidamente el checo, integra el grupo de teatro checo, y es asidua participante en todas las actividades de la colectividad. Hace poco tiempo fue distinguida como referente de la colectividad checa.

Conmemoraciones y celebraciones
Casi todas las conmemoraciones o festividades del territorio de origen se siguen celebrando, y en esas celebraciones se preparan los típicos alimentos checoeslovacos.

Conmemoración de los misioneros Cirilo y Metodio (5 de julio), patronos religiosos, quienes llevaron el Evangelio en idioma eslavo a la región que ocupaba Checoeslovaquia “Lucharon por la libertad de la religión”, dice María, cuando todavía eran parte del Reino de la Gran Moravia.

Independencia de Checoeslovaquia (28 de octubre), se recuerda a dos próceres: Tomás G. Masaryk (checo) y Milán Stefanik (eslovaco). Un hermano de este último vivió en P. R. Sáenz Peña.

Fiesta de Mikulas (6 de diciembre). Se dice que era un obispo cristiano que hacía regalos a los pobres. El día 5 a la noche los niños ubican sus zapatos en algún lugar de la casa y a la mañana siguiente aparecen los regalos. Es una festividad para los niños, parecida a la de los Reyes Magos afirma Helena, se hacen galletitas especiales y serenatas en las aldeas.

Fiesta de San Esteban (25 de diciembre). Tradicionalmente se reunían en la casa de una de las familias, y comían una preparación de aves o pescado con ensaladas y luego masitas de todas las variedades: de miel, nueces, amapolas denominadas "perníky" (perñìqui). El 24 salían los niños y recorrían la colonia entonando cantos navideños Koledy, y los vecinos les entregaban regalos. 

     Baile de San Silvestre (31 de diciembre).      
Eran tradicionales las Kermeses, y Ferias de Platos en distintos momentos del año.
Foto 32 “Tradicionalmente, en la colonia, la fiesta de casamiento se preparaba con una semana de anticipación.  Se reunían en la casa de la novia para elaborar las comidas. Los familiares y vecinos participaban. A medianoche sentaban a los novios en una silla y una persona mayor le sacaba el velo y le ataba un pañuelo, era un momento muy emocionante. Las mujeres casadas usaban pañuelos, las mujeres viejitas todavía los usan”.


Las tradiciones alimentarias de la comunidad checoeslovaca

Helena Hrubinka y María Pitra relatan como se alimentaban las familias en sus aldeas de origen:
“Todos cultivaban o criaban animales para la alimentación diaria, o intercambiaban. Se consumían legumbres, cereales, verduras, papas, alimentos elaborados con harina, y carnes de cerdo, gansos o patos. La vida era en comunidad y todos ayudaban. Seis meses al año hacía frío, un metro y medio de nieve, se sembraba el trigo antes de la helada y luego cuando la nieve se iba derritiendo brotaba el trigo. En ese tiempo las mujeres cosían, hacían bordados, cocinaban, hacían los duchnas, los hombres sacaban lo que pincha de la pluma. Los hombres también trillaban el trigo con la hoz y se acostumbraba a que venía una familia a ayudar y luego todos iban a la casa de otro vecino, y así… mucha solidaridad, esas mismas costumbres mantuvieron aquí, en las colonias” (H. R.).

 “Por la diferencia de climas la alimentación se fue adaptando…, aquí no abundaban los nogales como allá que crecían en las veredas, o las vides y frutales, pero también fuimos incorporando la carne vacuna en la alimentación diaria (M. P.).

 Luego de la guerra hicieron aldeas en distintos países, por lo que fueron incorporando otros elementos culturales. Pero a pesar de estar influida la gastronomía checoeslovaca por los países vecinos como Hungría, Austria, Alemania, hay características que son propias de la cocina tradicional checoeslovaca, la preparación de masas con levadura por ejemplo. La levadura se hacía con semillitas de lúpulo y éste era uno de sus cultivos más importantes.

Quienes mantienen la tradición elaboran todo artesanalmente. La manteca, por ejemplo, se elaboraba a partir del batido de la crema de leche y se  colocaba en frascos. Antiguamente,  cuando no había energía eléctrica, la sumergían en un pozo, en un canasto de alambre, como lo hacían  con otros alimentos o bebidas que deseaban  preservar o enfriar. Para conservar carne, quesos, chorizos, se hacía una cimbra con el tejido para mosquitos, así se colgaba, se aireaba y duraba más.

“Yo sé que había familias que trajeron bolsitas de semillas secas, y también trajeron  la levadura. Mi mamá- dice Helena Hrubinka- trajo un bollo de levadura preparado para el pan, se le agregaba harina de maíz y se lo dejaba secar.  Eso hacía que se conserve y los bichos no se le acercaban. Dos veces por semana se hacía la preparación.. A la noche se lo rompía y disolvía en agua para leudar el nuevo pan. Originalmente se hacía la levadura con la semillita del lúpulo”.

Lo más representativo de la cocina checoeslovaca es el vepřo-knedlo-zelo (carne de cerdo al horno con una crema de repollo) que se acompaña con unos bollos hervidos knedle. Son típicos los embutidos Uzený maso, los chorizos ahumados klobásky, elaborados con carne de cerdo párky. La llamada krakovská es un embutido ahumado tipo salchichón.  Es posible conseguirlos actualmente en la Cooperativa La Unión. El pan de centeno es el acompañante natural en las comidas.  

Los condimentos más usuales son el eneldo (kópr), el clavo de olor (hřebíček), ambos excelentes conservantes, el comino en grano (kmin celý) , una raíz denominada křen, semillas de amapola, entre otros. 

Entre los platos dulces son clásicos los bollos buchtykoláče y arrollados závin, ambos con masa de levadura, rellenos con ricota, manzanas, amapola o mermeladas. Tienen diferentes nombres según las regiones. También el tradicional "strudel" arrollado con manzanas y nueces que en checo se denomina jablečný závin.

Es una de las zonas donde existe mayor consumo de cerveza (pivo), por el cultivo del lúpulo.  Otra bebida característica es la Slivovice, que también se consume en otros países de la región, elaborado a base de ciruela, o el Becherovka, licor de hierbas muy aromático. Las comidas suelen finalizar con el café káva, o té caj.


Objetos de la tradición culinaria que se encuentran en el Museo de la Colectividad 




Libro de cocina checa del año 1928
 perteneciente a Francisco Vonka


Cocina checa (Museo de la Colectividad)



Cocina checa. Croquis de Francisco Vonka


 Panera checoeslovaca, perteneció a María Dučka de Derka


Molinillo de especias


Polev-ková misa (sopera), año 1935


Pekař, perteneció a Antonia Lapacě, se ocupaba
para el arroz con leche y preparados de carnes


Instrumento para elaborar manteca.


Especieros de cerámica.


[1] Datos puntuales sobre la historia fueron facilitados por  la Arq. Blanca Cesal, extraídos del libro de cuya traducción y ampliación es responsable: "Memorial de la Colonia Checoeslovaca en el Chaco Argentino” (1937), editado en conmemoración del XXV Aniversario de la fundación de la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña y “como expresión de agradecimiento de los ciudadanos checoeslovacos residentes en esta región al pueblo argentino”. La compilación fue realizada por Carlos Kazimour, redactor del periódico "Venkov Cakensky" (Campo Chaqueño), que editó el libro.     

[2] Acolchados que se realizan con relleno de plumas de ganso. Se lo denomina también perrina (plumón).




Fuentes:
-Carlos Kazimour: "Memorial de la Colonia Checoeslovaca en el Chaco Argentino” (1937), Editor "Venkov Cakensky" (Campo Chaqueño).
-Videos: “Checos del Chaco”, y “Una dama en bicicleta” (Juanita Calaba), realizados por Diana Derka, Teófilo Derka y Diego Glikman.
-Folletos y fotografías de la colectividad  www.unionchecoslovaca.org


Agradecimientos:
a María Pitra de Novotny, Blanca Cesal, Helena Hrubinka, Diana y Nora Derka, Francisco Vonka, Elba Estatuet de Derka, por la amabilidad de compartir sus memorias


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