Texto y fotos de: G. Elizabeth Bergallo
Quienes hemos vivido en Pcia. Roque Sáenz Peña, una
localidad que se caracteriza por la diversidad de inmigrantes, hemos tenido la posibilidad
de compartir muchas de las costumbres que se comentan en esta nota. El tener
amigos checoeslovacos fue la puerta abierta para probar los alimentos en mesas
siempre ampliadas en afecto, sabores y saberes que luego, al tener la
oportunidad de relacionar historias, lugares, gestos y significados, adquieren
un sentido mucho más intenso de comprensión y agradecimiento. En homenaje a
ellos, va este hilado de testimonios, como los que seguirán, respecto a otros
grupos locales e inmigrantes que fueron estableciendo lazos entre ellos, con el sencillo deseo de que este entretejido
de historias y memorias nos acerque en el camino común de los sentimientos, valores
y sueños más justos y profundos que sostuvieron nuestros abuelos.
La comunidad
checoeslovaca de la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña comenzó a formarse desde
que arribaron las dos primeros inmigrantes: Juan Novotny y Pedro Šašvata en
1913, cuando la fundación de la ciudad era todavía incipiente. Entre los años 1920
y 1930 llegaron más de cuarenta familias. Hoy se estima una población en la
provincia de cinco mil personas y, aunque la mayoría está asentada en esta
ciudad, el resto se distribuye en Tres Isletas, Las Breñas, Villa
Berthet, La Clotilde, La Tigra y Resistencia. En tal corriente inmigratoria se
radicaron también en Buenos Aires, Santa
Fe, Mendoza. La mayoría intentaba sobrevivir a la guerra y en algunos casos a las
persecuciones religiosas. Es
una de las comunidades más numerosas de inmigrantes checoeslovacos, no sólo del
Chaco sino de América Latina, con la
particularidad de que gran parte proviene de la misma ciudad de origen:
Velké Bilovice (ubicada al sur de Moravia).
Vinculados desde
el año 1917 a la Asociación Nacional Checoeslovaca, en el año 1925 se
constituyen como Sociedad Checoeslocava Slavia de Socorros Mutuos, y luego como Unión
Checoeslovaca, Social, Cultural y Deportiva. El Slavia era y es un lugar donde no sólo se realizaban actividades
socioculturales, sino también un lugar de alojamiento de miembros de la
colectividad.
Gran parte de los colonos checoeslovacos se
dedicaron a la actividad algodonera a partir de la iniciativa de Šašvata y
Novotny en 1913, el primero había experimentado su cultivo en Estados Unidos. En
el año 1925, junto a pobladores de otras colectividades, integraron la primera
Cooperativa Agrícola. En el año 1937 fundan la Cooperativa Agropecuaria La
Unión, conocida como Cooperativa Checa, la cual no
interrumpió sus actividades hasta el presente.
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El trabajo en el algodonal. |
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Karol y Katherina, abuelos de Roberto Satina, quien cedió las fotos, en Colonia La Mascota, Napenay. |
La literatura, la música, el teatro, la danza, la
actividad deportiva de los checoeslovacos incidieron en la vida social y cultural de la
zona. El video “Checos del Chaco” de Diana Derka y Diego Glikman es una bella
síntesis en relatos, imágenes y sonidos de los momentos más importantes de la
vida de la comunidad. En el Museo de la colectividad se preservan más de dos
mil libros del siglo XIX y comienzos del XX traídos en la inmigración. Francisco
Vonka comentaba que luego de la invasión soviética se impuso el idioma y la
cultura colonial y enorme cantidad de libros checoeslovacos fueron quemados.
Algunos ejemplares únicos se conservan como tesoros en el Museo de Sáenz Peña. “Ellos
gustaban mucho de la lectura… leían con una vela, con un candil noches enteras.
La gente común era habitualmente muy lectora…”.
Originalmente se hacía teatro en el campo, aunque según
Blanca Cesal, en 1927 se comenzó a construir un escenario de teatro en el
interior y exterior del edificio de la Unión Checoeslovaca. Hoy continúa siendo
una de las actividades centrales de la comunidad. Los clubes Sokol y Morava
dieron cuenta de sus habilidades deportivas, como asimismo las medallas
nacionales obtenidas por algunos de sus miembros. La primera Clínica Mutual,
que duró un breve tiempo, fue obra de la colectividad.
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La
sala de de teatro fue creada en 1932,
en los primeros tiempos se hacía teatro
en el campo.
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Público
asistente a una obra de teatro
en el Salón Slavia (1936)
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Actividades deportivas en el Club
Sokol
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La
Banda de música Checa integrada por Juan, Luis, José
y Florian Verbik, Miguel y
Esteban Kašnik, Juan Pavliček, José y
Francisco Vonka, Francisco Barnet, José Minaček, Juan Mañak,
Miloš Horak, José
Šuster y José Janik. Fue la primera
en ejecutar en la ciudad el Himno Nacional
Argentino.
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Historia
de la Colonización
Checoeslovaca en el Chaco
Argentino. Libro publicado
en 1937
en P. R. Sénz Peña.
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Las Repúblicas Checa y Eslovaca se dividieron
políticamente en el año 1.993, pero en Pcia. Roque Sáenz Peña continuaron integrando
una misma comunidad que se refleja institucionalmente en la diversidad de
actividades que desarrolló históricamente la hoy denominada Unión Checoeslovaca:
Cultural, Social y Deportiva, actualmente dirigida por María Pitra de Novotny,
descendiente de uno de los dos primeros inmigrantes checos en Chaco. Allí
actualmente funciona un Museo, la sala de teatro, y otras dependencias donde se
realizan actividades sociales, artísticas y educativas, y también
celebraciones, fiestas de cumpleaños, conmemoraciones. “Los comienzos de checos y eslovacos fueron
muy duros, algunos formaron familias entre ellos, hoy es imposible separarnos,
por eso sigue llamándose Unión Checoeslovaca la colectividad”.
Desde el año 1937 en ese mismo edificio funcionó un
pensionado y en 1931 una Escuela que comenzó con clases en idioma checo y desde
1935 fue bilingüe, especialmente destinada a los hijos de inmigrantes que
vivían en el campo. En esa escuela se enseñaba también cocina, costura y
bordado, actividades que incluían a otros vecinos de la ciudad. Luego pasó a
ser Escuela Primaria Nacional. La prohibición del uso del idioma en programas
de radio, en las celebraciones religiosas o en las escuelas fue muy dura tanto
para los checoeslovacos como para otras colectividades cuyos idiomas de origen
no eran el castellano. (Fotos 6, 7, 8 y
9).
Imágenes de
parte del patrimonio del Museo Jan Osyčka
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Uno
de los libros más antiguos.
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La Biblioteca del Museo contiene más de dos mil libros
del
siglo XIX y primeras décadas del XX. Algunos de ellos
son verdaderos tesoros, ya que enorme cantidad de libros
fueron destruidos luego de la invasión soviética donde
se impuso el idioma y la cultura colonial.
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Elementos
que forman parte del patrimonio
del Museo Jan Osyčka
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Instrumentos de labranza |
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Un
clásico de la música
checoeslovaca.
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Una historia de vida
Helena Hrubinka de Barina nació en
Mukacevo. En el año 1937, cuando tenía dos años, llegó a la Argentina junto a su
madre Juliana Bumbak y hermanos mellizos María e Iván, alejándose de la guerra por la cual perdió a
sus abuelos. Su padre, Iván Hrubinka, había sido el primero de la familia en
inmigrar.
“El viaje duró 28 días... tengo una imagen como un
sueño… llegamos a un galpón muy grande, en Buenos Aires, el edificio de
migraciones, sentados todos en baúles, en los duchni
que trajeron de Europa. Y mi papá venía… me parece que lo veo. Había camas
allí, se hacían fiestas, allí los casaron a mis padres antes de partir al
interior. Tengo ese recuerdo como una película”.
“Mi mamá
tenía una valijita especial que guardaba, no quería perderla, la cuidaba, allí
estaban sus recuerdos más queridos. Trajeron muchas cosas bordadas. Mi abuela
hizo para mi mamá y para nosotras una toalla bordada (ruchnik). Mi madre las
guardaba como un tesoro. En las aldeas aún hoy las abuelas que tienen 90 años
siguen bordando, no cambiaron nunca esas costumbres”.
De Buenos Aires pasaron a Rosario y en el año 1941
toda la familia se trasladó a Pcia. Roque Sáenz Peña. Trabajaron en la colonia,
como cosecheros, en el campo de otra familia checa de apellido Vañek. “En el
mismo año mi padre compró un campito de siete hectáreas, hicieron un ranchito
de barro, sembraron un poco de algodón e hicieron una quinta con verduras. A
las once de la mañana levantaban una bandera blanca, que quería decir que
vengamos a la casa, y comíamos y nos lavábamos e íbamos a 7 km, a la Escuela”.
Comenta María Pitra de Novotny que era muy común el
apoyo de la colectividad a los nuevos inmigrantes. Uno o dos años trabajaban
como peones, pero luego los ayudaban a sembrar, les daban durante un tiempo
mercadería gratis. A los 9 años Helena ingresa a la Escuela Checa, los niños de
la colonia no hablaban el castellano, la Escuela Checa se ocupaba de enseñar
ambos idiomas, además de otras actividades vinculadas con las tradiciones
culturales.
El 4 de julio de 1959, “el Día de la Cooperación”, Helena
y Valerio Barina se casaron y tuvieron dos hijos. Helena habla fluidamente el
checo, integra el grupo de teatro checo, y es asidua participante en todas las
actividades de la colectividad. Hace poco tiempo fue distinguida como referente
de la colectividad checa.
Conmemoraciones y
celebraciones
Casi
todas las conmemoraciones o festividades del territorio de origen se siguen
celebrando, y en esas celebraciones se preparan los típicos alimentos
checoeslovacos.
Conmemoración de los
misioneros Cirilo y Metodio (5 de julio), patronos religiosos,
quienes llevaron el Evangelio en idioma eslavo a la región que ocupaba
Checoeslovaquia “Lucharon por la libertad de la religión”, dice María, cuando
todavía eran parte del Reino de la Gran Moravia.
Independencia de Checoeslovaquia
(28 de octubre), se recuerda a dos próceres: Tomás G. Masaryk
(checo) y Milán Stefanik (eslovaco). Un hermano de este último vivió en P. R. Sáenz
Peña.
Fiesta de Mikulas (6 de diciembre). Se
dice que era un obispo cristiano que hacía regalos a los pobres. El día 5 a la
noche los niños ubican sus zapatos en algún lugar de la casa y a la mañana
siguiente aparecen los regalos. Es una festividad para los niños, parecida a la
de los Reyes Magos afirma Helena, se hacen galletitas especiales y serenatas en
las aldeas.
Fiesta de San
Esteban (25
de diciembre). Tradicionalmente se reunían en la casa de una de las familias, y
comían una preparación de aves o pescado con ensaladas y luego masitas de todas
las variedades: de miel, nueces, amapolas denominadas "perníky" (perñìqui). El 24 salían los niños y
recorrían la colonia entonando cantos navideños Koledy, y los vecinos les entregaban regalos.
Baile de San Silvestre (31 de diciembre).
Eran tradicionales las Kermeses, y Ferias de Platos
en distintos momentos del año.
Foto 32 “Tradicionalmente, en la colonia, la fiesta
de casamiento se preparaba con una semana de anticipación. Se reunían en la casa de la novia para
elaborar las comidas. Los familiares y vecinos participaban. A medianoche
sentaban a los novios en una silla y una persona mayor le sacaba el velo y le
ataba un pañuelo, era un momento muy emocionante. Las mujeres casadas usaban
pañuelos, las mujeres viejitas todavía los usan”.
Las tradiciones alimentarias de la
comunidad checoeslovaca
Helena Hrubinka y María Pitra relatan como se alimentaban las familias en
sus aldeas de origen:
“Todos cultivaban o criaban animales para la
alimentación diaria, o intercambiaban. Se consumían legumbres, cereales,
verduras, papas, alimentos elaborados con harina, y carnes de cerdo, gansos o
patos. La vida era en comunidad y todos ayudaban. Seis meses al año hacía frío,
un metro y medio de nieve, se sembraba el trigo antes de la helada y luego cuando
la nieve se iba derritiendo brotaba el trigo. En ese tiempo las mujeres cosían,
hacían bordados, cocinaban, hacían los duchnas,
los hombres sacaban lo que pincha de la pluma. Los hombres también trillaban el
trigo con la hoz y se acostumbraba a que venía una familia a ayudar y luego
todos iban a la casa de otro vecino, y así… mucha solidaridad, esas mismas
costumbres mantuvieron aquí, en las colonias” (H. R.).
“Por la
diferencia de climas la alimentación se fue adaptando…, aquí no abundaban los
nogales como allá que crecían en las veredas, o las vides y frutales, pero
también fuimos incorporando la carne vacuna en la alimentación diaria (M. P.).
Luego de la guerra
hicieron aldeas en distintos países, por lo que fueron incorporando otros elementos
culturales. Pero a pesar de estar influida la gastronomía checoeslovaca por los
países vecinos como Hungría, Austria, Alemania, hay características que son
propias de la cocina tradicional checoeslovaca, la preparación de masas con
levadura por ejemplo. La levadura se hacía con semillitas de lúpulo y éste era
uno de sus cultivos más importantes.
Quienes mantienen la tradición elaboran todo
artesanalmente. La manteca, por ejemplo, se elaboraba a partir del batido de la
crema de leche y se colocaba en frascos.
Antiguamente, cuando no había energía
eléctrica, la sumergían en un pozo, en un canasto de alambre, como lo
hacían con otros alimentos o bebidas que
deseaban preservar o enfriar. Para
conservar carne, quesos, chorizos, se hacía una cimbra con el tejido para
mosquitos, así se colgaba, se aireaba y duraba más.
“Yo
sé que había familias que trajeron bolsitas de semillas secas, y también
trajeron la levadura. Mi mamá- dice
Helena Hrubinka- trajo un bollo de levadura preparado para el pan, se le
agregaba harina de maíz y se lo dejaba secar.
Eso hacía que se conserve y los bichos no se le acercaban. Dos veces por
semana se hacía la preparación.. A la noche se lo rompía y disolvía en agua
para leudar el nuevo pan. Originalmente se hacía la levadura con la semillita
del lúpulo”.
Lo más representativo de la cocina checoeslovaca es
el vepřo-knedlo-zelo (carne de cerdo al
horno con una crema de repollo) que se acompaña con unos bollos hervidos knedle. Son típicos los embutidos Uzený maso, los chorizos ahumados klobásky, elaborados con carne de cerdo
párky. La llamada krakovská es un embutido ahumado tipo salchichón. Es posible conseguirlos actualmente en la
Cooperativa La Unión. El pan de centeno es el acompañante natural en las
comidas.
Los condimentos más usuales son el eneldo (kópr), el clavo de olor (hřebíček), ambos excelentes conservantes, el comino en grano (kmin celý) , una raíz denominada křen, semillas de amapola, entre
otros.
Entre los platos dulces son clásicos los bollos buchty o koláče y
arrollados závin, ambos con masa de levadura, rellenos con ricota, manzanas, amapola
o mermeladas. Tienen diferentes nombres según las regiones. También el tradicional "strudel" arrollado con
manzanas y nueces que en checo se denomina jablečný
závin.
Es una de las zonas donde existe mayor consumo de
cerveza (pivo), por el cultivo del
lúpulo. Otra bebida característica es la
Slivovice, que también se consume en
otros países de la región, elaborado a base de ciruela, o el Becherovka,
licor de hierbas muy aromático. Las comidas suelen
finalizar con el café káva, o té caj.
Objetos de la tradición culinaria que se encuentran en el Museo de la Colectividad
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Libro de cocina checa del año 1928 perteneciente
a Francisco Vonka |
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Cocina checa (Museo de la Colectividad) |
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Cocina checa. Croquis de Francisco Vonka |
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Panera checoeslovaca, perteneció
a María Dučka de Derka
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Molinillo
de especias
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Polev-ková misa (sopera), año
1935
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Pekař, perteneció a Antonia Lapacě, se ocupaba
para el arroz con leche y preparados de carnes |
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Instrumento para elaborar manteca. |
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Especieros de cerámica. |
Datos puntuales
sobre la historia fueron facilitados por
la Arq. Blanca Cesal, extraídos del libro de cuya traducción y
ampliación es responsable: "Memorial de la Colonia Checoeslovaca en el
Chaco Argentino” (1937), editado en conmemoración del XXV Aniversario de la
fundación de la ciudad de Presidencia Roque Sáenz Peña y “como expresión de
agradecimiento de los ciudadanos checoeslovacos residentes en esta región al
pueblo argentino”. La compilación fue realizada por Carlos Kazimour, redactor
del periódico "Venkov Cakensky" (Campo Chaqueño), que editó el
libro.
Fuentes:
-Carlos Kazimour:
"Memorial de la Colonia Checoeslovaca en el Chaco Argentino” (1937),
Editor "Venkov Cakensky" (Campo Chaqueño).
-Videos: “Checos del Chaco”, y “Una dama en
bicicleta” (Juanita Calaba), realizados por Diana Derka, Teófilo Derka y Diego
Glikman.
Agradecimientos: a María Pitra de Novotny,
Blanca Cesal, Helena Hrubinka, Diana y Nora Derka, Francisco Vonka, Elba
Estatuet de Derka, por la amabilidad de compartir sus memorias